¿Obsesión? Prefiero llamarlo
afición. En la foto he puesto algún brillo, vaselina, crema de cacao de los
miles que tengo -bueno, dejémoslo en decenas-. La locura con el gloss no
empieza cuando te compras el primero, no, empieza cuando te haces con el segundo
y te das cuenta de que no tiene nada que ver con el otro. Entonces necesitas un
tercero, y luego otro y otro y otro...Y como es el producto más fácil de
adquirir y con más variedad de todos los cosméticos del mercado, pronto tienes
en tu poder millones de ellos. Y si conoces todo lo que puedes hacer con
un gloss, no puedes vivir sin él. Te cuento.
Al principio lo que me importaba era
el sabor y en eso, chicas, tiene ganada la partida la vaselina. Mis preferidas
son la de melocotón de Gal y la de fresa de Brielle, que
además viene en una cajita monísima. Después buscaba hidratación, de ahí
las cremas de cacao. Sin duda me quedo con las de Neutrógena y Apivita.
Descubrí entonces los reparadores labiales. Me encanta Lip Revive de Elemis
y Medex de Blistex que tiene un toque de pimienta y mentol que activa
los labios dándoles más volumen y un frescor muy agradable. Tienes razón, me estoy enrollando y no me
centro en el tema de hoy: el gloss.
El gloss es una forma muy chic de
llamar a nuestro brillo de labios de toda la vida. Como os decía, existen de
todos los colores, tamaños, sabores, y además vienen en un amplio abanico de
envases y aplicadores. Voy a darte unas pautas, por si puedo ayudarte en
la elección y contarte además algún truquito.
Como cualquier otro cosmético, antes de comprar un gloss hay
que probarlo. Extiende un poquito sobre el dorso de la mano ayudándote con la yema del dedo y cuando haya reposado unos segundos observa:
1.- Tacto.
Si es pegajoso a por otro. Es muy engorroso tener los labios pegados y a la que hace un poco de
viento, hala, mechón en los labios... ¡No lo soporto!
2.- Acabado. ¿Destellos y purpurinas?. Un brillo artificial que
no me gusta nada. Tampoco los que tienen el color muy desligado
del producto. Es muy sencillo de detectar porque verás las líneas de color
sobre la base transparente.
3.- Hidratación. Si
no hidrata, en mi casa no entra.
Una vez has encontrado el idóneo, toca conocer
los diferentes usos:
- Dar color a los labios. Para
esto son muy cómodos los que vienen en botecito con aplicador acabado en
esponjilla. Mi preferido y el que se ha convertido en mi última joya es el Nourishine
plus de Mary Kay en tono cafe au lait, gentileza de mi consultora de
belleza. Prueba un gloss en tono azul hielo (Max Factor tiene uno fantástico) y verás tus dientes más blancos y un aspecto muy jugoso en tus labios.
- Dar brillo. Sí, lo sé, es la
función de todo gloss. Prueba a usar tu labial en tono mate y
después de unos segundos una capa de brillo sobre él, verás como notas la
diferencia. En este caso son más prácticos los que vienen en tubo para que
tomes la cantidad necesaria con tu pincel. Mi preferido es de Ivsty,
marca española de ventas en bazares chinos, pero como ya no lo encuentro voy a
probar uno de Sfera en tono fresa que me pareció ideal.
- Dar volumen. Es el truco de
los maestros. Se trata de, una vez asentada tu barra de labios, aplicar el
gloss únicamente en la parte central. Y si quieres unos labios de
infarto, un poco de iluminador justo en medio de lo que los
cursis llaman el arco de cupido, o sea, sobre el labio superior en la
hendidura central. Funcionan genial los que vienen con un pequeño pincel para
que puedas dar el toque mágico en la zona concreta. En esta tarea tiene ganada
la batalla Dior con su fórmula brillo espejo. No hay otro igual. Dior
Addict, ya sabes.
Por si te has quedado con
ganas de más truquis, te cuento lo último del make-up profesional: dar volumen
al maquillaje. Suena raro pero pruébalo y sabrás lo que significa. Es algo tan
sencillo como aplicar un poco de gloss transparente y mínimo
brillo dando un toquecito con la yema del dedo (mejor el anular,
que tiene menos fuerza) aquí:
No puedo terminar sin
revelar mi capricho: Glamour Gloss de Too Faced. Una
sensación gélida muy sorprendente que reactiva tus labios con efecto
bótox.
Pues esto es todo por
hoy. Espero no haberte aburrido. Y chicas, andad con ojo que el gloss crea
adicción...
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