martes, 28 de mayo de 2013

Locura por el gloss



 
    ¿Obsesión? Prefiero llamarlo afición. En la foto he puesto algún brillo, vaselina, crema de cacao de los miles que tengo -bueno, dejémoslo en decenas-. La locura con el gloss no empieza cuando te compras el primero, no, empieza cuando te haces con el segundo y te das cuenta de que no tiene nada que ver con el otro. Entonces necesitas un tercero, y luego otro y otro y otro...Y como es el producto más fácil de adquirir y con más variedad de todos los cosméticos del mercado, pronto tienes en tu poder millones de ellos. Y si conoces todo lo que puedes hacer con un gloss, no puedes vivir sin él. Te cuento.

   Al principio lo que me importaba era el sabor y en eso, chicas, tiene ganada la partida la vaselina. Mis preferidas son la de melocotón de Gal y la de fresa de Brielle, que además viene en una cajita monísima. Después buscaba hidratación, de ahí las cremas de cacao. Sin duda me quedo con las de Neutrógena y Apivita. Descubrí entonces los reparadores labiales. Me encanta Lip Revive de Elemis y Medex de Blistex que tiene un toque de pimienta y mentol que activa los labios dándoles más volumen y un frescor muy agradable. Tienes razón, me estoy enrollando y no me centro en el tema de hoy: el gloss.
 
    El gloss es una forma muy chic de llamar a nuestro brillo de labios de toda la vida. Como os decía, existen de todos los colores, tamaños, sabores, y además vienen en un amplio abanico de envases y aplicadores. Voy a darte unas pautas, por si puedo ayudarte en la elección y contarte además algún truquito.

     Como cualquier otro cosmético, antes de comprar un gloss hay que probarlo. Extiende un poquito sobre el dorso de la mano ayudándote con la yema del dedo y cuando haya reposado unos segundos observa:
1.- Tacto. Si es pegajoso a por otro. Es muy engorroso tener los labios pegados y a la que hace un poco de viento, hala, mechón en los labios... ¡No lo soporto!
2.- Acabado. ¿Destellos y purpurinas?. Un brillo artificial que no me gusta nada. Tampoco los que tienen el color muy desligado del producto. Es muy sencillo de detectar porque verás las líneas de color sobre la base transparente.
3.- Hidratación. Si no hidrata, en mi casa no entra.
 
    Una vez has encontrado el idóneo, toca conocer los diferentes usos:
- Dar color a los labios. Para esto son muy cómodos los que vienen en botecito con aplicador acabado en esponjilla. Mi preferido y el que se ha convertido en mi última joya es el Nourishine plus de Mary Kay en tono cafe au lait, gentileza de mi consultora de belleza. Prueba un gloss en tono azul hielo (Max Factor tiene uno fantástico) y verás tus dientes más blancos y un aspecto muy jugoso en tus labios.

 - Dar brillo. Sí, lo sé, es la función de todo gloss. Prueba a usar tu labial en tono mate y después de unos segundos una capa de brillo sobre él, verás como notas la diferencia. En este caso son más prácticos los que vienen en tubo para que tomes la cantidad necesaria con tu pincel. Mi preferido es de Ivsty, marca española de ventas en bazares chinos, pero como ya no lo encuentro voy a probar uno de Sfera en tono fresa que me pareció ideal.

- Dar volumen. Es el truco de los maestros. Se trata de, una vez asentada tu barra de labios, aplicar el gloss únicamente en la parte central. Y si quieres unos labios de infarto, un poco de iluminador justo en medio de lo que los cursis llaman el arco de cupido, o sea, sobre el labio superior en la hendidura central. Funcionan genial los que vienen con un pequeño pincel para que puedas dar el toque mágico en la zona concreta. En esta tarea tiene ganada la batalla Dior con su fórmula brillo espejo. No hay otro igual. Dior Addict, ya sabes.

 
    Por si te has quedado con ganas de más truquis, te cuento lo último del make-up profesional: dar volumen al maquillaje. Suena raro pero pruébalo y sabrás lo que significa. Es algo tan sencillo como aplicar un poco de gloss transparente y mínimo brillo dando un toquecito con la yema del dedo (mejor el anular, que tiene menos fuerza) aquí:
 



 
     No puedo terminar sin revelar mi capricho: Glamour Gloss de Too Faced. Una sensación gélida muy sorprendente que reactiva tus labios con efecto bótox.
 
     Pues esto es todo por hoy. Espero no haberte aburrido. Y chicas, andad con ojo que el gloss crea adicción...

 

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